08 agosto 2008

Eduardo Galeano - Espejos

Hoy les dejo el segundo espejo. Este va muy acorde a nuestros tiempos, tiempos en los que es mejor repetir que decir, tiempos en los que hablamos igual, decimos lo mismo. Nadie le da valor a las palabras, nadie tiene voz propia. Tenemos miedo de decir algo distinto, a ver si todavia nos mostramos tal cual somos. En fin... Que lo disfruten.

Eco

En otros tiempos, la ninfa Eco, había sabido decir. Y con tanta gracia decía, que sus palabras parecían no usadas, jamás dichas antes por boca ninguna.
Pero la diosa Hera, la esposa legal de Zeus, la maldijo en uno de sus frecuentes ataques de celos. Y Eco sufrió el peor de los castigos: fue despojada de voz propia.
Desde entonces, incapaz de decir, sólo puede repetir.
La costumbre a convertido esta maldición en alta virtud.

(pd: dedicado a los que tienen voz)

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